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Relación de pareja y estilo de apego adulto (Módulo I)

Encontrar pareja y disfrutar de ella ¿cómo?

Encontrar pareja y además disfrutar de ella es algo que preocupa a mucha personas; unas no encuentran una pareja estable aunque la buscan sin cesar, otras no llegan a disfrutar de ellas y cambian constantemente y otras se resignan a vivir en una relación insatisfactoria, pero ¿qué factores pueden estar influyendo? ¿Influye el estilo de apego desarrollado en la infancia a la hora de elegir pareja en la edad adulta? ¿y en el grado de satisfacción una vez que la tenemos? Y ¿cómo? ¿puedo hacer algo entonces?

Estilo de apego en la infancia

No podemos afirmar que haya un solo factor que haga que una relación de pareja nos resulte satisfactoria o no, o que elijamos a una persona u otra, pero cada vez más parece que hay evidencia de que el estilo de apego que hayamos desarrollado en la infancia, va a ser uno de los factores que más van a influir en presentar uno u otro estilo de apego adulto. Podemos decir que el tipo de relación y vínculo que establecimos con mamá y las figuras principales en la primera infancia, va a jugar un papel fundamental en la forma en que amaremos en la edad adulta y el tipo de apego que elegiremos en nuestra posible pareja. Y es lógico pensar esto, si tenemos en cuenta que es en esa relación afectiva, en la construcción de ese vínculo, donde aprendemos a identificar y diferenciar las emociones, regularlas y a confiar o no en los demás. Es en el seno de esa relación donde desarrollamos una idea de nosotras mismas y de nuestras relaciones con las demás personas. El estilo de apego, entre otras cosas, va a influir en que las personas se manejen de una forma u otra en relación. En otro artículo ahondaremos más en ese estilo de apego con mamá y en la Teoría del Apego.

Estilo de apego y grado de satisfacción

En una relación de pareja la confianza mutua, el estar convencida/o de que después de una discusión, una separación temporal por un viaje o una cena, nuestra relación de pareja no está en peligro y nos van a seguir queriendo, son fundamentales para que el nivel de satisfacción sea óptimo y la relación funcione. Es decir, es necesario un vínculo sólido que sostenga la relación, pero ¿qué sucede si alguna de las dos personas no confía, no puede soportar estar lejos de su pareja o por el contrario necesita tanto espacio que a veces la intimidad le agobia? Puede que una de las cosas que estén sucediendo es que el sistema de apego de esa persona se active o se desactive en función de cuál es su estilo de apego. Saber cuál es el estilo de cada uno de los miembros de la pareja y cómo eso está influyendo en el tipo de relación que mantienen y el grado de satisfacción que experimentan puede ser de gran ayuda para comprender lo que ocurre y mejorar la relación.

Estilos de apego

Podemos decir que hay, básicamente, tres estilos de apego: el seguro, el ansioso y el evitativo.
A grandes rasgos, las personas con un estilo de apego seguro suelen sentirse a gusto en las relaciones de intimidad, tendiendo a ser cálidas y cariñosas. Por su parte, las que tienen un estilo de apego ansioso anhelan la intimidad, tienden a obsesionarse con sus relaciones o pensar mucho en ellas y acostumbran a dudar de la capacidad de su pareja para corresponder a su amor y sus demandas. Por otro lado, las personas con un estilo evitativo o evasivo, suelen ver la intimidad como una pérdida de independencia o libertad y se esfuerzan en evitar el acercamiento, sintiéndose agobiadas con facilidad. ¿En qué se diferencian estos tres tipos de personas? En primer lugar, en lo que piensan en torno a la intimidad y la relación, en segundo lugar, por su forma de reaccionar ante los conflictos, en tercer lugar, por su actitud ante las relaciones sexuales, cuarto por su capacidad para expresar deseos y necesidades y por último lugar, por sus expectativas sobre la pareja y la relación.

¿Cómo saber a qué estilo de apego pertenezco? ¿y mi pareja?

Próximamente publicaremos un artículo más extenso sobre los estilos de apego, pero de momento, hay algunas pistas que pueden ayudarte a descifrar el estilo de apego tanto propio como de tu pareja. Una de esas pistas es tu grado de comodidad en las distancias cortas y cuánto te preocupan el amor y las relaciones de pareja, cuánto tiempo empleas en pensar en ello. También puedes cumplimentar el cuestionario de apego de Levine y Heller  para concluir hacia qué estilo de apego tiendes, en función de que el resultado sea más tendente a uno u a otro. Una vez que ya sabes cuál es vuestro estilo de apego, o al menos el tuyo, tengas o no pareja, ya puedes empezar a poner en práctica algunas formas de autocuidado y algunos cambios que te ayuden a que o bien, encuentres una pareja (si la estás buscando) con la que te sientas más a gusto o bien a poder tener una relación más satisfactoria si ya la tienes. Además, puede ayudarte a entender por qué no terminas de sentirte a gusto en tu relación de pareja; por qué sientes que la otra persona no da tanto como tú o por el contrario, por qué siempre tus parejas tienden a agobiarte. En la segunda parte del artículo veremos más en profundidad los estilos de apego, cómo cada uno de ellos nos llevan a una forma u otra de sentirnos en las relaciones y qué podemos hacer al respecto.

Montse Amo y Sonia Cantos

Psicólogas y Psicoterapeutas Humanistas

AGua Psicología Guadalajara

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